En el 2010, en Nagoya Japón, la comunidad internacional adoptó el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica 2011-2020 y 20 Metas de Aichi. La diversidad biológica se abordó no como un problema que necesita resolverse, sino como un factor esencial para el desarrollo sostenible y fundamental para el bienestar humano.
Se espera que para el 2050 se logre una visión del mundo en el que la diversidad biológica sea valorada, conservada, restaurada y utilizada racionalmente, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sustentando un planeta saludable y brindando beneficios esenciales para todos.
Para el 2015, la diversidad biológica se valora, conserva, restaura y utiliza en forma racional, manteniendo los servicios de los ecosistemas, sosteniendo un planeta sano y brindando beneficios esenciales para todos.
Adoptar medidas efectivas y urgentes para detener la pérdida de diversidad biológica.
Abordar las causas subyacentes de la pérdida de la diversidad biológica mediante la incorporación de la diversidad biológica en todos los ámbitos gubernamentales y de la sociedad.
Reducir las presiones directas sobre la diversidad biológica y promover la utilización sostenible.
Mejorar la situación de la diversidad biológica salvaguardando los ecosistemas, las especies y la diversidad genética.
Aumentar los beneficios de la diversidad biológica y los servicios de los ecosistemas para todos.
Mejorar la aplicación a través de la planificación participativa, la gestión de los conocimientos y la creación de capacidad.
Solo quedan 4 años para su cumplimiento y la primera evaluación de este Plan y sus Metas de Aichi se presentó en la 4° edición de la Perspectiva Mundial sobre Biodiversidad
para más información sobre
el plan estratégico visite
www.cbd.int/sp
Banco de Imágenes Ambientales (BIA) – Instituto Humboldt